La Revolución cubana sigue siendo una revolución de jóvenes

Tomada  de la AIN.

Raúl  en  clausura del Acto por el 26 en Santiago de Cuba

Han pasado los años pero esta sigue siendo una revolución de jóvenes, como lo éramos el 26 de Julio de 1953, afirmó hoy el General de Ejército Raúl Castro, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.

Raúl tuvo a su cargo las conclusiones del acto central por el aniversario 60 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en la Ciudad Escolar 26 de Julio, otrora fortaleza militar escenario en 1953 de los sucesos históricos que hoy se conmemoran.

Ante 10 mil santiagueros y líderes latinoamericanos y caribeños que celebraron la efeméride junto a Cuba, destacó la participación de los jóvenes en la última etapa de lucha por la independencia nacional y en todo el proceso revolucionario luego del triunfo del Primero de Enero de 1959, y su papel en el futuro de la nación.

Jóvenes, aseguró, fueron quienes asaltaron el Moncada, combatieron y tomaron las calles de Santiago de Cuba el 30 de noviembre de 1956, los que participaron en las luchas contra las bandas armadas en todo el país, los que derrotaron a los mercenarios en Playa Girón, los que se incorporaron a la Campaña de Alfabetización, a las milicias y a las nacientes Fuerzas Armadas Revolucionarias y Ministerio del Interior.

Fueron los más bisoños de la población quienes cumplieron honrosas misiones internacionalistas en otras tierras del mundo y los que hoy prestan servicios de educación y salud.

Junto a ellos destacó también a los miles de intelectuales, artistas, deportistas, a los estudiantes de la enseñanza media y a los universitarios que garantizaron el más reciente Censo de Población y Viviendas, a los que integran las filas de obreros y campesinos que generan ingresos para la economía.

En su intervención ante los invitados a esta celebración histórica, entre ellos una representación de moncadistas y expedicionarios del Granma, Raúl ratificó que esta seguirá siendo la revolución de los humildes, con los humildes y para los humildes proclamada por Fidel Castro el 16 de abril de 1961, en el entierro de las víctimas de los bombardeos que antecedieron a la invasión mercenaria por Playa Girón.

Tras subrayar que más del 70 por ciento de los cubanos han nacido después del triunfo de 1959, y que hoy conviven en suelo patrio varias generaciones, señaló que la dirección histórica de la Revolución va cediendo su lugar a los pinos nuevos, con tranquilidad y serena confianza, basado en la capacidad demostrada de mantener en alto las banderas del socialismo por la que entregaron su vida miles de compatriotas.

Enfatizó que está en marcha un proceso de transferencia paulatina y ordenada a las nuevas generaciones de las principales responsabilidades de la nación, y recalcó que para asegurar el éxito de este empeño jamás podrá descuidarse la importancia estratégica que tiene preservar por encima de todo la unidad de todos los cubanos.

Consideró la ocasión propicia para rendir merecido homenaje a los caídos en el Moncada, a Fidel, Comandante de la Revolución Cubana , quien con su optimismo y junto al pueblo, ha sido capaz de resistir tantos sacrificios.

Valoró a Fidel como un verdadero protagonista de aquella epopeya, quien nos dio la victoria y situó en el mapamundi a nuestra pequeña Isla como un baluarte de la justicia social y el respeto a la dignidad humana.

El Presidente cubano rindió honores a la mujer cubana, “madre, combatiente, compañera de sacrificios, alegrías y luchas’’

En nombre del pueblo cubano, envió un abrazo fraternal a los valerosos luchadores antiterroristas injustamente condenados hace casi 15 años en Estados Unidos, por cuyo regreso a la Patria seguiremos batallando, sin descanso, enfatizó.

No puede faltar, expresó, el más sentido homenaje al invicto Comandante en Jefe de la Revolución Bolivariana de la hermana Venezuela: al querido compañero Hugo Chávez, discípulo aventajado de los procesos independentistas en Latinoamérica y el Caribe.

El Presidente cubano concluyó su discurso deseando gloria eterna a los mártires de la Patria.