Tomada de la AIN
Renovador y revolucionario es el nuevo
Código de Trabajo aprobado este viernes por el Parlamento cubano tras un debate
en el cual no faltó la polémica, pero que logró conjugar la argumentación
jurídica y el razonamiento político, en busca de la mayor suma de equidad y de
justicia.
Es un Código del que podemos, con absoluta
razón, sentirnos orgullosos, afirmó Homero Acosta, secretario del Consejo de
Estado, y consideró la concepción, elaboración y aprobación de esta normativa
un excelente ejercicio y otra gran lección de democracia de Cuba.
Destacó que la amplia consulta popular del
cual fue objeto en su fase de anteproyecto, y el hecho de que antes de
someterse a la aprobación de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) volvió
a ser hoy analizado y discutido a fondo por los diputados, otorgan al texto una
legitimidad realmente superior.
Del nuevo código laboral, Acosta elogió la
protección que supone y garantiza a ese bien tan preciado, pero precario en el
mundo, que es el trabajo, derecho humano fundamental del que, sin embargo, no
puede hablarse si no hay empleo, como sucede en muchísimos países.
En medio de condiciones económicas difíciles
y, sobre todo, del genocida bloqueo imperial, alcanzamos este instrumento
verdaderamente renovador para respetar los derechos de los trabajadores, a los
que dio vida la Revolución,
pues hasta1959 solo podría hablarse de algunas reivindicaciones conquistadas a
sangre y fuego.
Como el Código de 1984, este no resulta
perfecto, pero si atemperado a la realidad de la Cuba de hoy y muy a tono con
las transformaciones sociales y el proceso de actualización de su modelo
económico, opinó el Secretario del Consejo de Estado, aunque no descartó que el
futuro torne necesarias y aconsejables algunas modificaciones.
Aclaraciones, cambios, adiciones,
supresiones, precisiones y comentarios fueron hechos o sugeridos por una
veintena de parlamentarios durante algo más de dos horas de un debate que hizo
exclamar al destacado intelectual y diputado Miguel Barnet: “¡Vivimos de veras
en el siglo XXI y en una sociedad socialista!”
La diversidad de criterios en cuanto al
tratamiento en el proyecto de Ley a temas como la identidad y el lenguaje de
género, de modo que resulte imposible cualquier tipo de discriminación, motivó
una breve intervención de Miguel Díaz-Canel, Primer Vicepresidente de los
Consejos de Estado y de Ministros.
Todos tienen parte de razón, pues es
legítimo defender conceptos como la equidad, la inclusión y la igualdad, tan
caros a la
Revolución Cubana y su vocación social y humanista, y que
fuera y también dentro de nuestro país hay quienes tratan de utilizar con el
fin perverso de confundir y desunirnos, señaló.
Díaz-Canel sugirió crear una comisión para
consensuar y aunar la argumentación jurídica y el razonamiento político,
propuesta que secundó el General de Ejército Raúl Castro, Presidente de los
Consejos de Estado y de Ministros, y que, sometida a votación por Esteban Lazo,
presidente de la ANPP,
fue aprobada por unanimidad.
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