viernes, 14 de marzo de 2014

Velazco, el decano de los periodistas en Moa


Por/ María Esther Pupo H.

Imposible no recordar a Pablo Velazco Mir, el decano de los periodistas en Moa, durante esta Jornada por el Día de la Prensa Cubana, con el dolor de haberlo perdido, en septiembre de 2011.

¡Cuánto hizo por esa profesión ejercida por él en el rigor de la vida, cuánto participó, cuánto creó, cuánto fundó..! Hasta la delegación de la Unión de Periodistas de Cuba en La Voz del Níquel, de la cual fue su primer presidente.

En tierras santiagueras, donde había nacido, contactó con la Radio y las Comunicaciones por vez primera, para llevarlas consigo a lo largo de su vida. Allá también se incorporó al Movimiento 26 de julio, y con la clandestinidad, marchó luego a Bayamo. Cumplió entonces la misión de llevar a la Sierra una planta trasmisora para Radio Rebelde. 

Después del Triunfo de la Revolución, por el Ejército, Pablo Velazco Mir vino a atender las comunicaciones desde Baracoa hasta el municipio “Frank País”, y a la postre, se quedó en Moa para hacerse cargo del transmisor del cerro de Miraflores y de la telefonía. 

En territorio minero metalúrgico, este hombre alto y delgado, de sencillez extrema y agudeza en sus criterios, se adentró en la fábrica niquelífera Comandante Pedro Sotto Alba, donde además de dirigir las Comunicaciones fundó el periódico El Níquel, organizó a sus corresponsales, lo dirigió y ejerció la profesión, incluyendo la crítica, durante años. 


Al fundarse la CMKV, emisora municipal en Moa, trabajó también  como periodista, realizador y transitó por varios programas, haciendo búsqueda diaria de la información, ejerciendo el periodismo crítico e  incursionando mucho en los temas históricos, con los cuales nos acompañó en la radio hasta el final de sus días. 

De Velazco sorprendía su capacidad para la lectura, su prodigiosa memoria, su sagacidad para investigar y la pasión por escribir acerca de personas y sucesos de este territorio del Este de Holguín. Aunque pasaba los 80 años, no dejó nunca de crear, y de ayudar con sus conocimientos a todo aquel que lo necesitaba: estudiantes, profesores, periodistas, investigadores... 

Además de sus incontables trabajos periodísticos, Velazco hizo la compilación de las efemérides de la localidad, y las más notables de Cuba y el mundo, al igual que el texto Apuntes para la Historia de Moa, el cual refleja cada una de las etapas vividas en tierras moenses desde la llegada de Colón hasta entrado el siglo XXI.

En la introducción del texto Velazco escribió: “Desde que se comenzaron a impartir conocimientos de historia de la localidad a los niños de las escuelas primarias en Moa, se vio la necesidad de confeccionar un texto en el que los profesores se pudieran apoyar para cumplir ese objetivo. 

Estos Apuntes para la Historia de Moa, tratan de llenar un vacío. Y se ha podido lograr gracias a la paciente labor de investigadores, profesores, historiadores y otros estudiosos que desde hace algunos años trabajan en la preparación de ponencias, estudios y otros textos relacionados con este tema. 

La labor no ha sido fácil, porque siendo Moa un municipio fundado hace sólo menos de 40 años, carece de archivos, aunque en busca de información nos apoyamos en los archivos de los museos de Historia de Baracoa, Sagua de Tánamo, Moa y otros textos”. 

La obra de Pablo Velazco Mir se vio coronada por premios; fueron tantos, que no podría mencionarlos; recibió hasta el hacha de Holguín, la distinción más alta que entrega la Asamblea del Poder Popular en esta provincia. Pero apuesto que su mérito mayor es haber dejado una impronta de talla mayor en el Periodismo y en la Historia de Moa, municipio minero metalúrgico del norte oriental de Cuba.

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