Por / Alexis Rojas Aguilera Tomada de Ahora Digital
Parte del complejo Presa de Colas-Piscina Sur de la subdirección de Minas de la entidad, se trata de un depósito que permite recuperar aguas industriales y reinsertarlas al esquema metalúrgico.
Esas aguas, llegan hasta la colindante Presa de Colas, final del proceso de extracción de concentrados mixtos de sulfuros de níquel más cobalto, acompañadas por sólidos que se precipitan, pero en ellas viajan contenidos metálicos variables útiles.
El objetivo principal de la construcción de esta instalación, con un sistema de rebombeo hacia la última etapa de Lavado de la tecnología de Lixiviación ácida a presión, es precisamente captar ese níquel y cobalto, lo que redunda en el mejoramiento de la eficiencia extractiva de la fábrica en el uno por ciento aproximadamente.
También generar adicionalmente un ahorro importante de agua para el proceso fabril, recurso deficitario a escala global y por añadidura, representa un beneficio medioambiental nada despreciable al propiciar un ciclo cerrado de operación y no contaminar el entorno.
De ahí que, la primera característica de la Piscina Sur resulta de su fondo y taludes cubiertos por capas de Polietileno de Alta Densidad (PAD) de 1,5 milímetros de grosor para impedir las infiltraciones hacia el manto freático.
La Piscina en su conjunto, toma el agua por gravedad mediante un sifón, ocupa un área de 11 hectáreas de terreno, tiene capacidad para embalsar 400 mil metros cúbicos y profundidad máxima de seis metros.
Con cota de vertimiento a 22 metros de altura, hasta ahora solamente alcanzada en eventos de lluvias intensas, la descarga de los excedentes de agua se concibió drenen hacia el cercano arroyo Los Lirios, el río Moa y finalmente al mar.
El reservorio, situado justamente al Sur de Moa, fue construido por la brigada constructora del departamento Presa de Colas de la propia industria, todo lo concerniente al movimiento de tierra (mas de 200,000 metros cúbicos entre excavación y construcción de Diques) y por una entidad especializada chilena.
Con la valiosa ayuda de 12 obreros cubanos, fue instalado el forro de los taludes y del fondo con 102 mil metros cuadrados de mantas de PAD en 45 días de labor.
La construcción de la Piscina comenzó el primero de enero de 2009 y estuvo completamente lista el 31 de agosto de ese año.
Un momento constructivo importante fue la instalación de la estación de bombeo sobre pontones, la que es capaz de extraer entre dos mil y dos mil 400 galones de esta agua por minuto.
La estación comenzó a operar el tres de enero del 2010 y es accionada y regulada mediante un sistema de mando a distancia digital desde la industria, por lo que la cantidad de trabajadores in situ es mínima.
El agua antes de ingresar a la piscina pasa por un proceso elemental de clarificación, para reducir su turbidez. Antes este líquido se drenaba directo al río Moa o al Arroyo los Lirios, una parte se evaporaba y el metal contenido terminaba en el mar, o quedaba en las Colas. Todo era pérdida. Ahora ocurre lo contrario, gracias a esta válida y oportuna inversión.
Más allá de aportes millonarios a la industria, lo principal es que dejaron de ingresar al medioambiente millones de metros cúbicos de agua ácida altamente contaminantes.
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