domingo, 9 de febrero de 2014

Condiciones en montañas de Moa para turismo ecológico


Por/ Roberto Ortiz del Toro

Las riquezas naturales de sitios montañosos como La Melba, Las Merceditas y las exclusivas del Parque Nacional Alejandro de Humboldt, son fuertes motivaciones para el posible desarrollo del turismo ecológico en Moa, municipio minero-metalúrgico por excelencia en Cuba.

Tal posibilidad en esa región, ubicada a unos 200 kilómetros al Este de Holguín, en el oriente de la Isla, es real por la existencia allí de 100 locales de la otrora Empresa del Cromo, que son susceptibles de convertir en habitaciones de turistas en medio de un abrupto relieve y paisaje típico de las montañas.


Una perspectiva así no solo es importante para Moa, sino también Holguín, el tercer polo turístico de Cuba y tiene en cuenta igualmente la factibilidad de crear un paquete de ofertas a los vacacionistas que pasean en catamaranes por la Bahía de Nipe en Antilla.

Incluso, la cercanía de Baracoa, la primera ciudad cubana fundada hace 500 años por el comendador español Diego Velásquez, es un aval para la idea del turismo en serranías de Moa, ubicadas frente a un corredor marítimo que enlaza a América del Sur con América del Norte.
En esas estribaciones, marcadas por atractivos paisajísticos, se refugia la biodiversidad del Parque Nacional Alejandro de Humboldt, que comparten las provincias de Guantánamo y Holguín, ambas en la zona oriental del archipiélago.

Precisamente, la existencia en el lomerío moense del almiquí, fósil viviente de la fauna nacional, constituye un incentivo para estudiosos cubanos y extranjeros, tal como sucede con los interesados en el catey, la cotorra y otras especies igualmente singulares.

La propia carretera que enlaza a Moa con Baracoa, bordeando la costa atlántica de Cuba, es un acicate para estimular los estudios preliminares en cuestión, pues esa vía facilitaría el acceso de los excursionistas.

Aunque no se le reconocen valores para el turismo, la extracción del mineral laterítico en Moa es a cielo abierto, a diferencia de la minería del cromo que se hacía en túneles subterráneos, únicos en la nación pero inactivos ya a pesar de no agotarse los yacimientos.

La minería del níquel descubre la tierra rojiza en contraste con el verde de la vegetación, en tanto los equipos de laboreo se mueven cual si fueran un ejército de hormigas.

De tal modo, la zona incluida en el Macizo Sagua-Moa-Baracoa tiene valores agregados a las reservas minerales, explotadas durante décadas en el municipio con la población más joven de Cuba.

La del turismo ecológico en montañas de Moa es una proyección viable a todas luces; así lo veo y así lo creo, no solo porque visité al lugar, también por quedarme fuertemente impactado por su belleza.

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