Por/ Alexis
Rojas Aguilera Tomado del
Ahora Digital
Con tan alta comparación, que remite a pensar en héroes helénicos, pero en una dimensión muy diferente, se intenta reconocer la calidad y magnitud del esfuerzo desplegado por este habanero devenido en moense adoptivo, para enriquecer la vida espiritual y ambiental de sus moradores.
El premio que otorgaron en la región del níquel del este de Holguín es verdaderamente relevante para esa comunidad, habitada por unas 70 mil personas.
Este Titán de la tierra rojiza, de su gente, lleva en la piel el ancestro africano y posee un alma transparente, dedicada plenamente a la creación hermosa y una acerada voluntad, capaz de derribar muros y sumar voluntades, la cual tiene expresión de Referencia Nacional en el proyecto infanto-juvenil de educación ambiental Ecoarte, Premio Nacional de Medio Ambiente 2014.
Reconocimiento que llegó, justamente, a pocas horas de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, cuya defensa abrazó hace más de 20 años cuando “descubrió” a Moa e hizo de la obra de Humboldt, el sabio alemán considerado el segundo descubridor de Cuba, un faro por el cual guiarse.
A Melaneo lo embarga la emoción más sincera. Nunca pensó que su gente lo llamara de esta manera que tanto lo compromete con la Patria, aunque bien lo sabe, el título de reducido alcance territorial, tiene elevada estatura moral.
No lo imaginó nunca, por que siempre partió de la humildad como horizonte y avanzó contra viento y marea, porque nunca laboró por méritos y estímulos, sino por amor para con sus conciudadanos.
Todavía lleno de estupor por la sorpresa, atinó a decir que lo hecho y lo que hará, anida y alegra su corazón, para agradecer a la vida por permitirle conocer a personas como la doctora en ciencias Rosa Elena Simeón Negrín.
Recordó que Rosa Elena, entonces titular del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, siempre dispuso de tiempo para dialogar con los niños y las niñas, de Moa y exaltar la labor que desarrollaban, pero también solía explicar la “importancia de mi trabajo y de Ecoarte en la formación de las futuras generaciones” de cara a las transformaciones que ya vislumbraba en la región, especialmente, “dotarla de una cultura ambiental responsable que permitiera la explotación sustentable de sus recursos”.
También explicó Melaneo la relación fraterna con el desaparecido doctor en ciencias Jorge Ramón Cuevas, presidente de la ONG ProNaturaleza, quien le transmitió muchos conocimientos sobre el medio ambiente y la biodiversidad cubana y del Caribe, al cual siempre le gustó trabajar con los niños de Moa. Igualmente se refirió a la doctora en ciencias María Elena Ibarra, quien fuera también presidenta de ProNaturaleza, muy preocupada por la pérdida de biodiversidad en el extremo este de Holguín.
Según Maden Betancourt, estas personas dejaron huellas en su formación y marcaron la labor desarrollada a favor del medio ambiente y la sociedad moense.
El momento de la entrega, en la dirección de Cubaníquel, fue oportuno para que también agradeciera a todas y cada una de las personas que creyeron en él y le ayudaron en su labor comunitaria, unidos a los más jóvenes del municipio.
Lo que hago, lo hago con mucho amor, simple y sencillamente como lo hacen muchos cubanos, concluyó, el desde ahora Titán del pueblo, en Moa.
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