Tomado de Radio Angulo Digital. Arnaldo Vargas / avargas@radioangulo.icrt.cu
Ante el lamentable
fallecimiento de Cándido René González, padre del antiterrorista cubano René
González Sewerert, el pasado primero de abril, el gobierno estadounidense no
tuvo el más elemental gesto de humanismo, al no facilitarle la posibilidad de
viajar a su país ante una circunstancia familiar tan dolorosa.
Dos días después, el tres de abril, su abogado, el Dr. Philip Horowitz, mediante el Documento 1839, Caso No: 98-721-CR-LENARD, solicitó permiso de viaje de René a Cuba, para asistir al memorial que realizaría la familia. Así lo expresa Graciela Ramírez Cruz, coordinadora del Comité Internacional por la libertad d lo Cinco, en una carta enviada al Sr. Caulfield, jefe de misión en la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba; con copia a Amnistía Internacional.
“Le recordamos que en la moción presentada por el Dr. Horowitz en febrero de 2011, René González solicitó respetuosamente cumplir los tres años de libertad supervisada en Cuba, una de las razones que fundamentaban la solicitud, era la edad avanzada de sus padres”.
Continúa expresando la misiva de Ramírez: “El gobierno de EE.UU. se opuso a esa moción, alegando que René González, bajo libertad supervisada, tiene derecho a realizar viajes a Cuba para visitar a su esposa, familiares y otros”. Sin embargo, precisa la carta, “Junto a organismos internacionales de Derechos Humanos hemos constatado que René González está recibiendo un castigo adicional ya que no se le permite la visita de su esposa Olga Salanueva. A ello se agrega el sufrimiento de haber perdido a su hermano y a su padre en un lapso de 10 meses, sin poder estar junto a ellos en sus últimos momentos, ni poder dar consuelo a los suyos ante situaciones de tal gravedad para cualquier ser humano”.
Acota Graciela Ramírez que toda la familia de René: madre, esposa, hijas, nieto, hermanas y hermanos, sobrinos y demás familiares viven en Cuba. Sus vínculos afectivos y sociales están en Cuba. Hacerlo cumplir los tres años de libertad supervisada en La Florida, donde no tiene vínculo afectivo ni social alguno, entra en contradicción con el espíritu de la ley de libertad supervisada aprobada por el Congreso, cuyo objetivo es reintegrar al ciudadano a su familia y a la sociedad a la cual pertenece”.
Añade la coordinadora del Comité Internacional por la libertad de los Cinco, que la permanencia de René González en EE.UU. no cumple con los objetivos de libertad supervisada, luego de haber cumplido hasta el último día los 15 años de su injusta condena, se lo obliga cruelmente no solo al destierro de su país y sus seres queridos, sino que se lo expone a la posibilidad de que atenten contra su vida los grupos criminales que el denuncio y radican en La Florida.
Aclara que la existencia de tales grupos organizados fueron reconocidos por la propia jueza Jean Lenard, quien agregó una condición especial en la sentencia de René González: "se le prohíbe al acusado, una vez recuperada su libertad, acercarse a lugares donde radican o frecuentan personas dedicadas al crimen organizado".
En junio de 2012 el Dr. Horowitz presentó otra moción en nombre de René González, quien ofrecía en la misma, renunciar a la ciudadanía estadounidense a cambio de que se le permitiera retornar a Cuba definitivamente. Tal solicitud nunca ha tenido respuesta, impidiéndosele -sin razón alguna- las visitas de contacto consular.
Por tal motivo, concluye la carta: “apelamos al sentido humanitario y el respeto a los derechos básicos de los ciudadanos que se encuentran bajo libertad supervisada. Le pedimos al gobierno de EE.UU. que no se oponga a la solicitud presentada por el abogado de René González”. A dicho documento se le adjunta la moción presentada por el Dr. Horowitz.
El Comité Internacional por la libertad de los Cinco acaba de hacer una denuncia sobre el tema, y recaba le apoyo de la opinión pública y todos los grupos sociales y organizaciones que se solidarizan con la causa cubana, como parte de las acciones que tienen lugar en esta campaña mundial del día cinco de cada mes, denominada Cinco por los Cinco.
Dos días después, el tres de abril, su abogado, el Dr. Philip Horowitz, mediante el Documento 1839, Caso No: 98-721-CR-LENARD, solicitó permiso de viaje de René a Cuba, para asistir al memorial que realizaría la familia. Así lo expresa Graciela Ramírez Cruz, coordinadora del Comité Internacional por la libertad d lo Cinco, en una carta enviada al Sr. Caulfield, jefe de misión en la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba; con copia a Amnistía Internacional.
“Le recordamos que en la moción presentada por el Dr. Horowitz en febrero de 2011, René González solicitó respetuosamente cumplir los tres años de libertad supervisada en Cuba, una de las razones que fundamentaban la solicitud, era la edad avanzada de sus padres”.
Continúa expresando la misiva de Ramírez: “El gobierno de EE.UU. se opuso a esa moción, alegando que René González, bajo libertad supervisada, tiene derecho a realizar viajes a Cuba para visitar a su esposa, familiares y otros”. Sin embargo, precisa la carta, “Junto a organismos internacionales de Derechos Humanos hemos constatado que René González está recibiendo un castigo adicional ya que no se le permite la visita de su esposa Olga Salanueva. A ello se agrega el sufrimiento de haber perdido a su hermano y a su padre en un lapso de 10 meses, sin poder estar junto a ellos en sus últimos momentos, ni poder dar consuelo a los suyos ante situaciones de tal gravedad para cualquier ser humano”.
Acota Graciela Ramírez que toda la familia de René: madre, esposa, hijas, nieto, hermanas y hermanos, sobrinos y demás familiares viven en Cuba. Sus vínculos afectivos y sociales están en Cuba. Hacerlo cumplir los tres años de libertad supervisada en La Florida, donde no tiene vínculo afectivo ni social alguno, entra en contradicción con el espíritu de la ley de libertad supervisada aprobada por el Congreso, cuyo objetivo es reintegrar al ciudadano a su familia y a la sociedad a la cual pertenece”.
Añade la coordinadora del Comité Internacional por la libertad de los Cinco, que la permanencia de René González en EE.UU. no cumple con los objetivos de libertad supervisada, luego de haber cumplido hasta el último día los 15 años de su injusta condena, se lo obliga cruelmente no solo al destierro de su país y sus seres queridos, sino que se lo expone a la posibilidad de que atenten contra su vida los grupos criminales que el denuncio y radican en La Florida.
Aclara que la existencia de tales grupos organizados fueron reconocidos por la propia jueza Jean Lenard, quien agregó una condición especial en la sentencia de René González: "se le prohíbe al acusado, una vez recuperada su libertad, acercarse a lugares donde radican o frecuentan personas dedicadas al crimen organizado".
En junio de 2012 el Dr. Horowitz presentó otra moción en nombre de René González, quien ofrecía en la misma, renunciar a la ciudadanía estadounidense a cambio de que se le permitiera retornar a Cuba definitivamente. Tal solicitud nunca ha tenido respuesta, impidiéndosele -sin razón alguna- las visitas de contacto consular.
Por tal motivo, concluye la carta: “apelamos al sentido humanitario y el respeto a los derechos básicos de los ciudadanos que se encuentran bajo libertad supervisada. Le pedimos al gobierno de EE.UU. que no se oponga a la solicitud presentada por el abogado de René González”. A dicho documento se le adjunta la moción presentada por el Dr. Horowitz.
El Comité Internacional por la libertad de los Cinco acaba de hacer una denuncia sobre el tema, y recaba le apoyo de la opinión pública y todos los grupos sociales y organizaciones que se solidarizan con la causa cubana, como parte de las acciones que tienen lugar en esta campaña mundial del día cinco de cada mes, denominada Cinco por los Cinco.
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