Por/ María Esther Pupo mesther@cmkv.icrt.cu
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| René hablando en Calcinación y Sínter en la Che Guevara |
El primer punto de encuentro fue la Empresa Comandante
Ernesto Che Guevara, donde conocieron acerca de su proceso productivo, y
especialmente de la
Unidad Básica de Producción Planta de Calcinación y Sínter,
la cual visitaron.
Al referirse a esta industria, René González plasmó
en el libro de visitantes que en ella, además de níquel se produce conciencia
obrera y se hace Patria.
Acompañado de dirigentes del Partido Comunista de
Cuba en la provincia de Holguín y este municipio, posteriormente Ramón
Labañino Salazar y compañía departieron con estudiantes y profesores del
Instituto Superior Minero Metalúrgico de Moa (ISMM).
En la cálida bienvenida, brillaron las iniciativas
que en homenaje al héroe antiterrorista hicieron los estudiantes extranjeros,
con una gran mayoría de África, en feliz coincidencia de celebrarse su Día este
25 de mayo, expresó Michel Etombo Bosala, presidente del colectivo, destacando
el agradecimiento a Cuba por tanta ayuda solidaria brindada a países de ese continente.
En el aula magna de la Universidad moense
tuvo lugar un emotivo y revelador intercambio, donde el héroe -de raíces en el
municipio oriental de Mayarí- contó anécdotas de su trabajo operativo en
Estados Unidos, de los momentos más difíciles de la detención, y la prisión,
confesando que allí siempre le acompañaron como símbolos de firmeza fotos de
Nelson Mandela, el Che Guevara y Fidel.
A una pregunta de cómo el amor sostuvo unidas las
familias de los Cinco, Elizabeth Palmeiro, esposa de Ramón, también contó
acerca de las pruebas más duras enfrentadas sola, al cuidado de sus dos hijas,
confiriéndole a este sentimiento y a la resistencia el logro de sobreponerse a
23 años de separación.
Sobrevino entonces el otorgamiento de la Llave de la ciudad a Ramón
Labañino, reconocimiento entregado por Jorge Luis Pupo, presidente de la Asamblea Municipal
del Poder Popular en Moa.
Mientras, el rector del ISMM, Doctor en Ciencias
Ángel Oscar Columbié Navarro, le entregó un cuadro que refleja las bellezas
naturales de Moa, y la Brigada
de estudiantes extranjeros le obsequió fotos, libros, discos y una gran bandera
de Angola, tras lo cual el júbilo y el cariño por Ramón y los Cinco se
adueñaron de los pasillos de la casa de altos estudios para ofrecerles una
calurosa despedida.
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