Por / Félix Ramón
Lobaina flobaina50@gmail.com
Desde los primeros años de
mi vida, tenía interés por conocer personalmente a Fidel, a ese gran hombre que
en la década del 50 ya hacía historia en
nuestro país.
A través de mis padres allá
en El Purio, barrio campestre de la geografía mayaricera, supe parte de esa historia del guía indiscutible
de la Revolución Victoriosa
del 59.
Pero, en mi corazón y mente
quedaba presente aquel interés como niño de poder ver de cerca al Comandante en
Jefe.
Llegó ese ansiado día
después de unos 15 años de espera. Fue cuando desde Nicaro viajé a Moa para
participar el 14 de enero de 1975 en la inauguración del Politécnico Antonio
López Fernández, que presidió nuestro máximo líder con la presencia de una
delegación de alto nível del Partido y Gobierno de Polonia.
Allí estaba yo en una de las primeras filas de la
concentración, a pocos metros del líder indiscutible, hijo de Birán.
Así se cumplía mi primer
sueño, verlo de cerca, pero no tardó tres años más para tener la posibilidad de
estar nuevamente de cerca de Fidel.
La ocasión fue cuando los
días del 25 al 28 de septiembre de 1977
Fidel presidía las sesiones de trabajo
del Primer Congreso de los CDR en el capitalino Teatro Kart Marx.
Resultaron gratas jornadas
de reflexiones e intercambios del
Comandante en Jefe con los delegados e
invitados que participamos en el magno evento de los cederistas cubanos.
Pero, más impresionante fue
para mi estar en la Plaza
de la Revolución
en La Habana,
aquel 28 de septiembre de 1977 junto a Fidel, en la clausura del I Congreso y
Aniversario 37 de la fundación de los Comités de Defensa de la Revolución.
Si extraordinario resultó la
presencia en la Plaza José
Martí, muy grata fue para este modesto periodista de La Voz del Níquel, participar en
la inauguración por Fidel en Moa de la Plaza Guerrillero de América,
aquel primero de noviembre de 1984,
próximo a celebrarse los 30 años.
De verdad que cumplí con
creces el anhelo de estar bien de cerca al Hombre Historia de Cuba. En su
cumpleaños 88, Comandante en Jefe, seguiremos firmes su ejemplo de lealtad y
amor as la Patria. ¡ Felicidades Fidel
! .
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